Aunque la época estival está llegando a su fin, las temperaturas siguen siendo altas y muchos aprovechan estos días para seguir tomando el sol en la playa o en la piscina. Si eres uno de ellos, te recomendamos mucha precaución durante la exposición solar para evitar sufrir quemaduras.
Si ya te has quemado y experimentas síntomas de sequedad, enrojecimiento, ardor o ampollas en la piel, te recomendamos:
- Evitar los jabones espumosos los primeros días, ya que, si bien limpian la piel, también la resecan e irritan, produciendo dolor e hipersensibilidad. Un remedio es buscar uno que contenga aloe vera para que le devuelva la humectación a tu piel.
- Tomar abundante agua: es importante que combatas el daño desde dentro. El agua ayuda a la piel a mantenerse hidratada y a tener una recuperación más efectiva en un corto tiempo.
- No exponerse al sol: no debemos exponernos al sol de nuevo hasta que la piel no se haya recuperado, ya que la quemadura podría incrementarse y empeorar.
- Aplicar protector solar: debes aplicarlo 20 minutos antes de salir de casa, independientemente de que vayas o no a exponerte directamente al sol.
- Enfriar la piel: cuando nos quemamos, la piel supera la temperatura del cuerpo, por lo que sentimos un excesivo calor corporal. Es bueno darse una ducha fría para rebajar este aumento de temperatura y la irritación de la piel.
- Aplicación de crema: dos veces al día. La más recomendadas son aquellas que contienen aloe vera, pues hidratan de la manera más natural.
Protege tu piel y cuídala. ¡Hasta el siguiente post!