Antiestética, molesta, e incluso, a veces, ¡dolorosa! Hablamos de la celulitis, esa acumulación de grasa con aspecto irregular que se forma en la piel de los muslos y glúteos y que afecta sobre todo a mujeres, debido a las hormonas. Por tanto, es importante tener en cuenta que no se puede eliminar completamente, aunque sí limitar su presencia. ¡Hoy vamos a descubrir cómo!
Lo primero que debemos conocer son sus causas, que pueden ser múltiples: factores hereditarios y hormonales, la obesidad, el estrés (ya que las tensiones acumuladas dificultan la circulación), pasar mucho tiempo de pie, una alimentación inadecuada (con exceso de grasas y azúcares, carencia de frutas y verduras o falta de carnes, pescados y proteínas), una ingesta insuficiente de agua, malos hábitos como el alcohol, el café o el tabaco, el estreñimiento (que produce una sobrecarga de toxinas en el organismo), y la falta de ejercicio son algunas de ellas. De estas causas, algunas podemos controlarlas nosotras mismas y otras no; ¡por ese motivo, debemos reducir las posibilidades de sufrir celulitis evitando las que estén en nuestra mano!
Quizá os hayáis preguntado el porqué de este post en pleno noviembre, cuando salimos a la calle tapados y nuestras imperfecciones están menos a la vista; sin embargo, es una buena época del año para empezar a cuidarnos, ¡requiere tiempo llegar a verano con un cuerpo diez! Pues bien, empecemos por la prevención: para evitar que la celulitis se acumule es muy importante llevar una buena alimentación en la que los niveles de azúcar y sal sean bajos, comer frutas y verduras, beber abundante agua, tomar alimentos diuréticos ricos en minerales como el potasio, evitar la cafeína y las bebidas alcohólicas, hacer ejercicio físico regular y llevar ropa que no dificulte la circulación. ¡Son pequeños gestos al alcance de todas, que marcan realmente la diferencia!
Y cuando la celulitis ya ha aparecido, ¿cómo podemos tratarla? Si no está muy avanzada, recomendamos los drenajes linfáticos y la aplicación de cremas anti-celulíticas, que contienen activos encargados de romper las cadenas lipídicas, estimulando la degradación de la grasa y tonificando la piel. Se recomienda aplicarlas por la mañana y por la noche dando un masaje ascendente para favorecer la circulación y que el producto se absorba totalmente. Si eres constante, los resultados serán visibles.
Si consideramos a nuestra celulitis como un problema que debemos tratar más seriamente porque nos resulta realmente molesta, podemos optar también por tratamientos médicos-estéticos, desde masajes con algas, vacumterapia, radiofrecuencia o mesoterapia, entre otros muchos.
Como ves, hay muchas soluciones diferentes por las que puedes apostar para tener unos glúteos y piernas perfectos. ¡Hasta el siguiente post, con más consejos para estar guapas y radiantes!