¿Te apuntas al running?

La actividad física reporta innumerables beneficios a todo aquel que la practica; sin embargo, no siempre tenemos ganas de ponernos a ello. Por suerte, cuando un deporte se pone de moda es más fácil animarse. ¡Es lo que ha sucedido con el running!

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Correr en invierno es esencial para conservar la forma física que tanto trabajamos por lograr antes de verano y para poder marcarnos objetivos más altos cuando llegue la primavera. Si practicamos running pero dejamos de hacerlo en esta época debido al frío y al cansancio, nuestro físico se resentirá perdiendo su capacidad anterior y luego nos costará volver a estar en forma.

Te recomendamos el amanecer como el mejor momento para correr, pues a esas horas se encuentra el aire más fresco y la mejor luz del día. Además, no perturba la rutina diaria y es una buena manera de empezar la jornada.

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Para empezar a correr, primero debemos asegurarnos de usar unas zapatillas adecuadas a la superficie y recordar que el clima invernal puede hacer que el suelo esté más resbaladizo. Después nos marcaremos unos objetivos que podamos cumplir y escucharemos en todo momento las necesidades de nuestro cuerpo, sin forzarlo.

Como resultado, los músculos de la pantorrilla se fortalecerán a medida que trabajen para mantener el equilibrio y el cuerpo erguido, aumentarán nuestros niveles energéticos y se estimulará la producción del cartílago, que protege nuestras articulaciones de artritis. La densidad muscular será mayor, lo que nos resguardará frente a fracturas y osteoporosis.

El Musculo Corredor

Además de los ejercicios puramente físicos, recuerda que el running puede ayudarte en muchos otros aspectos:

 

  • Dile adiós a los analgésicos: un estudio demostró que los pacientes que padecían migrañas tenían menos episodios de cefalea cuando entrenaban al aire libre durante 40 minutos tres veces a la semana durante tres meses.

 

  • Seguro que has oído que la masa muscular disminuye con la edad; pues bien, el ejercicio estimula un tipo de células madre (mesenquimatosas) para que creen otras células que generan nuevo tejido muscular. Este proceso puede evitar la pérdida muscular relacionada con la edad.

 

  • Cuando estamos agobiados, el salir a correr hace que reaccionemos mucho mejor. Si además practicamos ejercicio con regularidad, nuestros niveles de estrés descenderán notablemente.

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No esperes más, ¡y apúntate al running! Hasta el siguiente post.