¡El aspecto de nuestras manos dice mucho de nosotros! Por eso es muy importante no olvidar su cuidado, que no pasa únicamente por lucir unas uñas bonitas, sino también por mantener la piel en unas condiciones adecuadas. ¡Hoy vamos a aprender cómo hacerlo!

La piel de las manos tiene unas características específicas: es fina y delgada en el dorso, debido al tejido adiposo, y gruesa en la palma, como consecuencia de una capa córnea espesa y un estrato lúcido evidente.

Además, como la piel del resto del cuerpo, está bañada por el denominado manto hidrolipídico, cuya función principal es la de protegerla de aquellos factores externos que la puedan dañar. Con la edad, este manto se ve modificado y su función empieza a fallar, ocasionando la sequedad de la piel, la aparición de grietas, el envejecimiento,…

Factores del envejecimiento

• Intrínsecos: no se debe a factores ambientales modificables sino que se asocia al avance de la edad, con el que se producen en la piel cambios clínicos, histológicos y fisiológicos.

• Extrínsecos: es un proceso de evolución distinta, causado por factores ambientales. Se produce como resultado de la exposición diaria a una variedad de fuentes que incrementan la producción de radicales libres, los cuales a su vez dañan lípidos, proteínas y ADN y conducen al estrés exudativo, con la consiguiente incapacidad de las células para mantener su integridad y función.

Tratar el envejecimiento

Cada una de las alteraciones definidas precisa de un tratamiento específico para su cuidado:

• Los tratamientos adecuados contra la sequedad, la aparición de grietas y el envejecimiento pasarán por una exfoliación importante de cara a preparar la piel y dejarla en las mejores condiciones para recibir los principios activos: se aplicarán cremas suavizantes ricas en glicerina, lociones altamente nutritivas a base de colágeno y elastinas, vitamina C e incluso técnicas oclusivas como las de envolturas con film osmótico o guantes para potenciar el efecto de los principales activos.

• Para las alteraciones circulatorias es recomendable realizar gimnasia vascular mediante baños de agua fría y caliente. En este caso se recurre también a baños de parafina, capaces de devolver la suavidad e hidratación perdidas.

• Para tratar las manchas podemos hacer uso de cremas que contengan principios activos blanqueantes, como la hidroquinona o aquellas con limón. También se utilizan el ácido tricloroacético, el retinoico, la crioterapia, la nieve carbónica y el nitrógeno líquido. Si las manchas persisten, podemos utilizar láser o luz pulsada IPL. Deben realizarse en la época invernal y acompañarse siempre de protección solar.

Cuidados diarios

• Lavarse las manos con jabón neutro para evitar la irritación y la sequedad

• Aplicar por la noche cremas nutrientes o hidratantes ricas en vitaminas antioxidantes

• Utilizar guantes en el uso de sustancias detergentes y corrosivas

• Utilizar guantes de tela a la hora de entrar en contacto con la suciedad

• Aplicar protección solar durante el día

• Reducir o eliminar el consumo de tabaco

• Ingerir dos o más litros de agua al día

• Controlar el estrés y la ansiedad mediante técnicas de relajación

• Mantener una dieta saludable baja en grasas saturadas

Recordad, las manos son nuestra mejor carta de  presentación. ¡A cuidarlas!