Hoy os queremos dar a conocer el shiatsu, una técnica japonesa que emplea el uso de los dedos y las palmas de las manos para aplicar presión en determinadas parte del cuerpo con el propósito de corregir posibles desequilibrios, manteniendo y promoviendo la salud. “Shi” significa dedo y “atsu” presión.
Esta práctica tiene enormes beneficios estéticos sobre el rostro, ya que aporta una mayor turgencia, relaja los rasgos y aporta a la piel vitalidad y juventud. Además, activa la circulación venosa-linfática, estimula el sistema nervioso parasimpático y potencia la capacidad de autocuración del organismo. ¿Lo mejor? Es totalmente natural y no tiene efectos secundarios.
El shiatsu se trabaja estimulando los puntos relacionados con todos los órganos del cuerpo. Las zonas reflejas que mejor se pueden identificar en el rostro son:
- Hígado: se refleja en el contorno orbicular.
- Pulmón: se localiza en las fosas nasales.
- Bazo: se encuentra en los labios; si estos están ásperos pueden indicar una alteración de este órgano.
- Riñones: se sitúan en las orejas.
- Corazón: está relacionado con la lengua y el sentido del gusto.
Esperamos que os haya parecido interesante, ¡hasta el siguiente post!