Ayurveda: Comprendiendo nuestro dosha

Generalmente recurrimos a la cosmética tradicional y a productos químicos para mantener nuestra piel joven, pero ¿sabemos lo qué realmente necesita nuestro cuerpo? El Ayuveda basa sus principios en la comprensión de los doshas para entender cuál son las peculiaridades de nuestra piel y así poder escoger el tratamiento más adecuado para nosotros.

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Según esta ciencia, el universo está constituido por 5 elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra, de los que se generan tres biotipos o doshas, que son precisamente las tres fuerzas que gobiernan todos los procesos biológicos, psicológicos y patológicos del cuerpo, de la mente y de la consciencia.

En este sentido, las doshas controlan la creación, el mantenimiento y la destrucción de los tejidos, la eliminación de los desperdicios del cuerpo, de los comportamientos psicológicos, de emociones como miedo, furia, avaricia o como comprensión, compasión y amor.

Así, es preciso mantener el equilibrio natural de los elementos biológicos para poder conservarse de un modo joven y saludable. Precisamente, cuando están desequilibrados, contribuyen al proceso de la enfermedad. Para el Ayurveda, el primer requisito para la autocuración y la curación es la comprensión de los tres doshas:

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1. Eter,Aire: Vata. Suelen tener la piel seca y áspera. Son ideales los aceites densos y calientes como la almendra o la oliva. Aromas relajantes como el jazmín o la lavanda. Especias como la canela o el clavo y maderas o resinas del tipo cedro, salvia o incienso.

2. Fuego,Agua:Pitta. Les define una piel sensible “irritable” y que tiende a tener rojeces. Lod aceites que mejor funcionan en este caso son aquellos que sean refrescantes como los de coco o girasol. Aromas dulces, herbáceos o afrutados como el sándalo, la rosa, el vetiver, la menta o la naranja.

3. Agua,Tierra: Hapha. Tienden a tener una piel grasa. Aceites estimulantes como el de sésamo, la mostaza o la jojoba. Especias como la pimienta, el romero o el jengibre son los que mejor funcionan.

Empieza escuchando tu cuerpo para saber qué es lo que te está pidiendo.